Responsabilidad al volante.

Aprender a conducir puede verse como una experiencia emocionante y necesaria. En algún momento de nuestra vida adolescente, tanto hombres como mujeres hemos soñado con conducirnos a todas partes en nuestros propios autos. La autosuficiencia e independencia que provoca es enorme, sin embargo nunca dejará de ser también una enorme responsabilidad estar detrás de un volante y poner detrás de este volante a nuestros hijos. Es un gran rito de transición para los adolescentes y sus padres. Es un período de posibilidades y logros excitantes y también es un período de gran riesgo.

Todos los conductores novatos deben tomar un curso sobre educación del conductor. Se ha demostrado que estos cursos reducen los accidentes, pero no es suficiente. A menudo, los adolescentes piensan que los accidentes graves no les sucederán. Sin embargo, pueden tomar medidas para cambiar las posibilidades a su favor.

Los padres deben hablar de las “reglas de conducción en casa” con los adolescentes y ayudar a los conductores novatos a que las cumplan. Un excelente método para establecer expectativas es realmente hacer que los padres y adolescentes firmen un “contrato de conducción” por escrito. Este documento debe especificar las reglas y las consecuencias de romper. Asegúrese de estipular en el contrato que los padres tienen la última palabra.

Los padres deben alentar a los adolescentes a no subirse a un automóvil con alguien que haya estado consumiendo alcohol. Si los padres descubren que el adolescente ha estado conduciendo y bebiendo, deben suspender su licencia hasta que cumpla 18 años.

También y como en todo, es importante enseñar con el ejemplo, pues si los chicos ven que sus padres manejan a altas velocidades y en estado de ebriedad, o que incumplen las mismas reglas que les han puesto por escrito, no lo podrá tomar en serio y será fácil de violar este contrato.

Tomen en cuenta: las muertes al conducir relacionadas con la adolescencia frecuentemente ocurren en las siguientes situaciones:

-Después de que oscurece: los reflejos automáticos y las habilidades del conductor están apenas desarrollándose durante esos primeros meses de conducción y la oscuridad es una variable adicional a enfrentar.

-Al conducir con amigos: los adolescentes están más seguros conduciendo ellos mismos o con la familia y en lo posible deben ir con un conductor experimentado que los pueda ayudar a desarrollar buenos hábitos de conducción. A pesar de lo tentador que puede ser, los nuevos conductores deben esperar hasta que tengan un registro impecable al conducir antes de llevar a los amigos como pasajeros. Los amigos, para el nuevo conductor, representan una gran distracción y responsabilidad legal. (Nota: esta responsabilidad legal se extiende a los padres).

-Al conducir por diversión: durante los primeros 3 a 6 meses después de obtener una licencia de conducción, los nuevos conductores deben tratar de adquirir experiencia manejando hasta la escuela y el trabajo, no por diversión.

-Al no abrocharse: use el equipo de seguridad.

-Al estar soñoliento: cualquier persona que tenga sueño debe dejar de conducir hasta que esté completamente alerta. La somnolencia puede incluso causar más accidentes que el alcohol.

-Después de consumir alcohol: el alcohol disminuye los reflejos y deteriora la capacidad de discernimiento y son efectos que le suceden a cualquier persona que beba, de tal manera que NUNCA consuma alcohol y conduzca. SIEMPRE busque a alguien que conduzca y que no haya estado bebiendo, incluso si esto significa una incómoda llamada telefónica.

-Después de consumir marihuana o cualquier otro alucinógeno o sedantes recetados, ya que las drogas pueden ser tan peligrosas como el alcohol.

-Al distraerse: el uso de teléfonos celulares por cualquier razón, comer, beber o maquillarse mientras se está conduciendo es peligroso para todos los conductores.



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