Tabaquismo.

El tabaquismo es un daño de características crónicas que se produce en la persona que consume tabaco en exceso. El concepto también se utiliza para nombrar a la adicción que un sujeto experimenta por el tabaco, lo que suele generarse por la nicotina.

Se trata de una enfermedad crónica sistémica que pertenece al conjunto de las adicciones y que es una de las principales causas de mortalidad evitable en todo el mundo. Los expertos afirman que el tabaquismo está directamente vinculado al desarrollo de veintinueve enfermedades, entre ellas diez clases de cáncer.

Quien fuma adquiere una dependencia mental y física por la mencionada nicotina. El fumador puede sufrir síndrome de abstinencia cuando intenta dejar el tabaco, ocasionándole la necesidad de volver a fumar.

La nicotina, más allá del efecto adictivo, ayuda a aliviar los síntomas de la ansiedad y también tiene utilidad como antidepresivo. Sus efectos adversos, de todas formas, superan con amplitud cualquier beneficio transitorio.

Las consecuencias del tabaquismo incluso pueden llegar a personas que no fuman. Se conoce como fumador pasivo a aquél que no consume directamente los productos del tabaco, sino que aspira las sustancias tóxicas provenientes de la combustión y el humo de los cigarrillos o cigarros que fuman otras personas.

Cabe destacar que se han detectado más de cuatro mil sustancias dañinas en este tipo de humo. Sesenta de ellas son probablemente cancerígenas para los seres humanos, como el níquel y el benceno.

La OMS y la mayoría de los gobiernos de todo el mundo han implementado leyes contra el tabaco para prevenir el tabaquismo, como la decisión de prohibir que se fume en los espacios públicos.

Caminos para abandonar el mal hábito

Dejar de fumar resulta un desafío imposible para un gran porcentaje de personas, aun cuando de ello dependa su salud o la de sus seres queridos. A continuación, se detallan ocho de los posibles métodos para conseguirlo, aunque siempre es importante recordar que nada supera la voluntad y la determinación.

* Los libros de autoayuda orientados a dejar de fumar suelen ser muy efectivos, y el más famoso fue escrito por un autor británico que luchó durante 33 años contra el tabaco; se trata de “Es fácil dejar de fumar, si sabes cómo”, por Allen Carr.

* Dejarlo sin pensar, de manera drástica, es la solución por la que se inclinan muchos, aunque requiere de una fuerza interior muy grande, por lo que es común que tome más de un intento.

* Acudir a tratamientos con láser, especialmente desarrollados para eliminar la necesidad de fumar en pocas sesiones y sin experimentar ningún tipo de dolor o molestia.

* Existen tratamientos que sustituyen el cigarrillo con productos que contienen pequeñas dosis de nicotina para luchar contra la ansiedad que se experimenta al dejar de fumar.

* Como cualquier otro mal, es posible dirigirse a un consultorio médico y pedir una receta de algún medicamento para combatir el tabaquismo, tal como la Vareneclina, que disminuye la ansiedad de la abstinencia y el placer sentido al fumar.

* Hay muchas agencias que se especializan en tratamientos para fumadores, a través de programas que los asesoran y los acompañan durante todo el proceso de abandono del tabaco.

* Un método más difícil para muchos es dejarlo gradualmente, ya que aun habiendo llegado a un cigarrillo por día, la mera idea de bajar a cero puede resultar insoportable.

* La hipnosis ayuda de un modo particular, ya que permite acceder a la mente directamente, sin necesidad de atravesar ningún tipo de filtros o preconceptos, e influenciar de manera positiva a los pacientes, para hacerles comprender que no deben continuar fumando.


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